La Cala de l’Aljub es un pequeño rincón de 54 metros de longitud y una superficie de 648 m², compuesta por una combinación de guijarros y arena, ideal para quienes buscan un entorno natural y tranquilo en Peñíscola. Ubicada en el entorno protegido del Parque Natural de la Sierra de Irta, esta cala ofrece una experiencia de desconexión total, rodeada de la serenidad de la naturaleza y lejos de las aglomeraciones turísticas.
Su ambiente íntimo y su paisaje virgen hacen de la Cala de l’Aljub un destino perfecto para disfrutar de la tranquilidad del mar Mediterráneo en un espacio poco frecuentado, donde se respira paz en cada rincón.
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